domingo, 16 de mayo de 2010

Los girasoles ciegos.

Es un libro que me mandaron a leer en historia, cuyo examen tengo mañana mismo.
Y adivina.El autor es español. Va sobre la Guerra Civil española. Hay una película española.
¡Wow! Tiene toda la pinta de ser un desfase de libro, ¿eh?

Ahora en serio.
Más allá de lo impepinablemente aburrido que me resulta éste tema (será que no soy española de cabo a rabo, y que además, al vivir en las Islas no nos sentimos parte directa de España), es que el libro es una mierda. Me explico. El autor (Alberto Méndez) recalca demasiado (en serio. Una media de dos veces por párrafo) que todo lo que se cuenta son especulaciones, o si no, transcripciones de cartas y/o conversaciones. Todo eso aderezado con una insoportable adicción a nombrar hechos posteriores por la cara, que provoca un vaivén soporífero en la novela.
No puedo meterme así en la historia, y muchas veces leo sin prestar atención.
Otra cosa que me revienta, además, es que deja las historias 'inconclusas'. Quiero decir, que empieza con un personaje, del que no sabes nada más que su nombre, si es que lo nombran. Se desarrolla un poco más la historia, y muere. Y ya está. Sin tener una idea bien definida de por qué, qué había pasado antes, o qué opinaba el personaje sobre todo eso.
'Es para adultos' 'Es una novela histórica' podrán decir, y que por eso no lo entiendo. No señores, sí que lo entiendo. Pero no me llena.

Así que, si por algún extraño motivo quieres leértelo (si te lo encasquetan, como a mí, no queda otra que joderse y mamárselo entero), ánimo, igual te gusta.
Si sólo vas a leértelo por leer algo, voy a ahorrarte trabajo. Voy a facilitarle el fragmento, que, en mi opinión es lo único que sirve del libro. (y es, porque además de que la historia me llama, NO está narrado como el resto del libro:
Segunda derrota: 1940 o Manuscrito encontrado en el olvido.

Y bueno. Pues si al final, va y te gusta el libro, bien por ti.

~¡A cuiarse!
Por cierto. Otra de las obsesiones, o bueno, seamos benévolos,;muletilla, del autor, es 'amalgama'. Si algún día tengo la desgracia de tener que leérmelo de nuevo (el libro, no el fragmento que me gusta, que probablemente releeré ahora); voy a contar las veces que sale.

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