De camino al Garañón, nos encontramos con un perrito en medio de la carretera, que saltó literalmente hacia nosotros, y entró en el coche.
Llamamos al Seprona, pero no se hacían cargo de él. En lo que buscábamos una solución, le dimos de comer y beber, y nos dimos cuenta de lo buen chucho que es: no muerde, no ladra, no rehuye, es súper sociable, obediente y además listillo. Como en el Garañón no nos lo dejaron tener, tuvimos que remover cielo y tierra para encontrar un lugar donde dejarlo para pasar la noche. Cuando nos alejamos, se nos rompió el alma. El recién bautizado Odín, empezó a llorar y a intentar irse con nosotros, daba una lástima inmensa (no sé como nadie puede abandonar a un animal.. y mucho menos si lo ve de esta manera). Total, que esta mañana fuimos a buscarlo, y se privó con nosotros. Nos saludó contentísimo uno por uno, y le compensamos un poco por la espera con una lata entera de salchichas.
Lo llevamos hoy al veterinario, y nos dijo que tiene cerca del año de edad, y una salud buenísima. No lleva microchip, así que no sabemos de quién es, y tenemos que buscarle un hogar. Por ahora se lo ha quedado un amigo, pero el padre quiere ver como se comporta antes de decidir quedárselo. Estoy segura de que el chucho no va a poner problemas, porque es el bicho más afable y silencioso del universo; pero ya se sabe, cuando un padre quiere algo, le basta cualquier excusa.
Esperemos que decida quedárselo, porque si no es así, no conocemos a nadie más que pueda adoptarlo y tendremos que llevarle a una perrera o albergue, y eso es algo que nos da muchísima pena.
Aquí una fotinga de nuestra adorable bestia durmiente:
¿No es precioso? Y eso que aquí no se le ve más que el hocico.
Cuando me las pasen, subiré alguna otra foto donde se le vea mejor.
~¡A cuiarse!
Espero que todo salga bien, le hemos cogido un cariño increíble a la bola ésta de pelo...
Llamamos al Seprona, pero no se hacían cargo de él. En lo que buscábamos una solución, le dimos de comer y beber, y nos dimos cuenta de lo buen chucho que es: no muerde, no ladra, no rehuye, es súper sociable, obediente y además listillo. Como en el Garañón no nos lo dejaron tener, tuvimos que remover cielo y tierra para encontrar un lugar donde dejarlo para pasar la noche. Cuando nos alejamos, se nos rompió el alma. El recién bautizado Odín, empezó a llorar y a intentar irse con nosotros, daba una lástima inmensa (no sé como nadie puede abandonar a un animal.. y mucho menos si lo ve de esta manera). Total, que esta mañana fuimos a buscarlo, y se privó con nosotros. Nos saludó contentísimo uno por uno, y le compensamos un poco por la espera con una lata entera de salchichas.
Lo llevamos hoy al veterinario, y nos dijo que tiene cerca del año de edad, y una salud buenísima. No lleva microchip, así que no sabemos de quién es, y tenemos que buscarle un hogar. Por ahora se lo ha quedado un amigo, pero el padre quiere ver como se comporta antes de decidir quedárselo. Estoy segura de que el chucho no va a poner problemas, porque es el bicho más afable y silencioso del universo; pero ya se sabe, cuando un padre quiere algo, le basta cualquier excusa.
Esperemos que decida quedárselo, porque si no es así, no conocemos a nadie más que pueda adoptarlo y tendremos que llevarle a una perrera o albergue, y eso es algo que nos da muchísima pena.
Aquí una fotinga de nuestra adorable bestia durmiente:
¿No es precioso? Y eso que aquí no se le ve más que el hocico.
Cuando me las pasen, subiré alguna otra foto donde se le vea mejor.
~¡A cuiarse!
Espero que todo salga bien, le hemos cogido un cariño increíble a la bola ésta de pelo...
