viernes, 30 de marzo de 2012

Me toca la po... moral.

Siempre lo he pensado, y hasta ahora me he callado la puta boca, pero últimamente las cosas se pasan de castaño oscuro.

Admito que no soy la simpatía hecha persona, y que además soy poco dada a las demostraciones afectivas, pero que la gente asuma partiendo de esto que no tengo sentimientos, me toca la jodida moral.
Parece ser que lo que la gente ve en mí, es un simple método para curarse el aburrimiento. Si me dieran un euro por cada "me aburro" que recibo, y el consecuente "entreténme" que viene implicado, sacaría yo al mundo de la puta crisis a tocateja.
Pues -hablando mal- ya no me sale de la polla. No me sale de la polla ser yo la única con iniciativa, la única que propone hacer cosas, la que cede, y la que al fin y al cabo, carga con todo el puto peso.
No me sale de la polla ser incluida en las cosas cuando te aburres, y excluida cuando tienes otra cosa a la que prestarle atención.
Tendría más cosas que decir, pero no me voy a dejar llevar más por este cabreo sordo.

Que le jodan a todo. Cuando ya no tengas con qué entretenerte, y te aburras, te fastidias y te sacas los malditos mocos.
Háblame cuando busques mi compañía, no mi entretenimiento.

~¡A cuiarse!
Cabreos por la cara. ¡Si es que soy adorable, ¿verdad?!
Pues no son tan por la cara.

EDIT: Ahora que se me ha pasado más o menos el enfado, veo esta entrada en plan.. diario adolescente. Con agresiones no dirigidas a nadie en particular, de argumentos mal explicados y quince palabrotas en cada oración.
Pero qué coño, sigo siendo adolescente, y tampoco hago esto tan a menudo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario