PÁUnico

Quedan apenas un par de horas para que tenga que presentarme a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), y no me siento segura ni preparada. La carrera que quiero hacer me exige una nota que no estoy segura de alcanzar, pero independientemente de esto, voy a intentarlo.

Estoy segura de que si no lo consigo (lo más probable; y no es pesismismo, sino realismo) me machacaré "un poco" a mí misma, pues sé que podría haberlo intentando con más ahínco, y al mismo tiempo, que, gente de mi entorno (que en realidad no me importa lo más mínimo) va a tener bases con las que juzgarme en un sentido que molesta.

Pues bien, he llegado a una conclusión: que me chupen un pie.
Sé quienes son los que me importan, y sé que son precisamente ellos los que no van a juzgarme, y van a apoyarme incondicionalmente. Todos los demás sobran. Mi autocrítica que tan sólo me hunde sobra. Seré estúpida, seré inútil y seré una pobre chica que no da para más a ojos de terceras personas, pero no importa, porque seré feliz, seré querida por los que yo quiero y seré consciente de que aquí no acaba nada.
No hay una única forma de conseguir las cosas, y aunque tenga que tomar el camino más largo no me importa: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho".

Voy a caminar y a leer mucho, pero siempre, procurando páginas de libros que me gusten.

~¡A cuairse!
Me merezco los berenjenales en los que me meto. ¡Espero que éste sea el último! (que no lo será).