Planchadero

Sí, planchadero, porque aquello no era un asador, sino una plancha.

Me invitaron a un asadero, a casa de un amigo (que también va a ser médico, y con el que hablando, llegamos a las conclusión de que terminaríamos en Hungría estudiando, debido a la nota de corte...). Estuvo bastante bien, aunque éramos poquitos.
Su casa es una pasada. Son unos 200 metros de piso (no casa terrera), varias pantallas de plasma ENORMES, dos habitaciones exclusivas para el vicio (AKA habitación del ordenador, y sala con sillones para la impresionante colección de figuras, consolas, libros y juegos); y una tele como la Barney.
Sí, como esa. UNA PARED ocupada en su totalidad, por una tele. No un proyector, una televisión como dios manda.

Salí de esa casa con la espalda quemada, una voz que parecía Darth Vader, y mi ego hecho trizas.
Pero no estuvo mal.

(Además, tenía un hermano hiper friki, era la hostia; y un conejito de orejas caídas, llamado Link xD. Suuuuper mono :3)

~¡A cuiarse!
Por cierto, soñé que compartía casa (y vida, lol) con La Salchicha Peleona.
Flipa.